Cómo combatir al graffitero en los condominios
Se llama aerosol, pintada o grafiti —palabra plural
tomada del italiano graffiti, graffire, y ésta a su vez de la latina
scariphare, «incidir con el scariphus»: estilete o punzón con el que los
antiguos escribían sobre tablillas—1 2 a varias formas de inscripción o
pintura, generalmente realizadas sobre mobiliario urbano. La Real Academia
Española define "grafito" como una pintada particular, y su plural
correspondiente es "grafitos", aunque esta palabra se usa
específicamente para referirse a las inscripciones arqueológicas.3
Su origen son las inscripciones que han quedado en
paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de
carácter satírico o crítico.
Actualmente se pueden ver en todas partes, con
abundantes casos no deseados, tanto en condominios de viviendas,
como en cualquier parte de la ciudad, afectando avisos publicitarios, paredes
de casas, comercios, edificios de oficina, autopistas, en fin,
en cualquier rincón insólito, lo cual lo ha convertido en
un verdadero problema social. Es un acto propio de personas denominadas vàndalos
Históricamente eran los integrantes de un pueblo bárbaro
de origen germánico oriental que quedó en la historia como símbolo
del salvajismo y de la falta de civilidad. Por eso el término vándalo hoy se
utiliza para hacer mención a la persona que
comete acciones propias de la gente salvaje. Vandalismo, por lo tanto, es
un concepto que puede utilizarse para nombrar a la destrucción que parece
propia de los antiguos vándalos. Es una conducta destructiva que no
respeta las cosas ajenas y que suele expresarse a través de la violencia.
El vandalismo es la hostilidad hacia las propiedades ajenas. Suele
manifestarse en el espacio público con ataques a monumentos, bancos, paredes,
etc., ya sea con la intención de transmitir un mensaje o por el simple hecho de
destruir lo ajeno.
Una de las formas más frecuentes de vandalismo es
el graffiti cuando se concreta sin autorización. Las pintadas en las paredes de
una casa o en una estatua tienen víctimas (el dueño de la residencia, el
Estado) que sufren daños patrimoniales. Quienes se expresan a través del
graffiti, sin embargo, sostienen que la libertad de expresión trasciende la
propiedad privada o los objetos materiales.
El vandalismo también puede desarrollarse de forma
virtual a través de la alteración de las páginas de Internet. Una muestra del
vandalismo digital ocurre cuando se interviene un sitio para la publicación de
un mensaje contrario al verdadero espíritu de la página en cuestión (como la
inclusión de una proclama a favor del aborto en un sitio de la Iglesia
Católica, por ejemplo).
Características
del Graffitero:
1) Son jóvenes, un alto porcentaje, menor
de edad.
2) Fuera del sistema educativo, sin trabajo, con
necesidad imperiosa de reconocimiento, con resentimiento familiar y social y
con ínfulas artísticas que, el ser graffitero, le otorga un amplio margen para
su venganza sin causa.
3) Tienen un alto
índice de vanidad. Tanto que la mayoría de los grafitis se refieren a la firma
o identificación del graffitero. Normalmente no hay graffitis colectivos, todos
son personales. Su sello individual, reconocible y visible a cientos de
metros, por ello tiene que ser enorme. Todo para decir “Yo estuve allí”.
Sin embargo, algunos organismos gubernamentales
han tratando de encausar sus inquietudes, convirtiéndose en una especie de empresarios graffiteros de
la ciudad o del país, inclusive tratando de monopolizar esta forma de
expresión.
5) A esta vanidad artística se tiene que agregar
la vanidad de haber superado el riesgo. Es decir, más mérito, a los ojos de sus
pares graffiteros, tiene su firma el que pintó al borde de la azotea de
un edificio, como el de pared baja de una blanca Iglesia, a las que, últimamente,
se han visto casos de entes que pagan
por hacerlo, considerando erradamente, que esta es una buena manera de encausar
inquietudes artísticas. Igualmente
se pueden ver en un piso alto de los ventanales de un cuartel, Hospital, esculturas o estatuas públicas, etc.
Quien logra superar un riesgo, dejando constancia de ello, es premiado
con adrenalina y con el respeto y consideración de vanidad de sus colegas.
6) Ser graffitero es una acción de alto riesgo,
buscan descubrir dónde está su límite. Ven la posibilidad de encontrar
todo tipo de emociones fuertes, de disfrutar litros de adrenalina. Es como
un deporte de alto riesgo. Algunos son captados por organismos gubernamentales
tratando de encausar sus inquietudes, entes que se convierten en una especie de empresarios
graffiteros de la ciudad o del país, inclusive tratando de monopolizar
esta forma de expresión: de allí su atractivo, la sociedad y la altura, muchas veces, retando a la Ley de la Gravedad, es lo máximo.
Características del Graffiti
Anonimato: Por lo general el autor nunca deja su firma, pero si se trata
de grupos u organizaciones, estos dejan rastros que pueden ser identificables.
Marginalidad: Son sectores de minorías sociales y sus mensajes implican
una ruptura con el sistema establecido.
Espontaneidad: Las inscripciones surgen en un momento de manera imprevista
y como una forma de expresarse.
Escenicidad: Se realizan en lugares públicos a manera de que los lean la
mayor cantidad posible de personas y produzcan el efecto deseado.
Velocidad: El objetico de realizar un graffiti es no ser descubierto, por
seguridad y por anonimato.
Precariedad: Los medios utilizados son de fácil acceso para los
graffiteros.
Fugacidad: Su duración es poca puesto que corren el peligro de ser
borrados.
Lenguaje: Se interesan en que sea directo y que sea expresivo.
Por lo tanto, los graffiteros permiten la oportunidad de hacer lecturas
alternativas de las realidades nacionales, como ellos la ven.
Como combatirlos
1) Actuar PRONTO. Si un área urbana es
convertida en campo de combate, si no actúa rápido está perdido. Porque el
aliciente del graffitero, saciarse de vanidad frente a sus pares se le impide
sì al día siguiente se le borra su obra. NO se le da oportunidad de dejar
“constancia” in situ. Ese graffitero, con seguridad, se muda.
2) Actuar PRONTO. Usted y/o su comunidad tienen más
recursos económicos que el graffitero, cada pote de pintura spray está costando
mucho dinero. Borrar el graffiti, es perder la inversión. Puede intentarlo otra
vez, pero si en otra oportunidad vuelve a perder su graffiti, las pérdidas
materiales serían significativas y no volverá a intentarlo. Si deja que los
demás graffiteros se enteren de la existencia de un nuevo graffiti, los
incentivará a competir y no será igual que hacerlo lo más cercano a
inmediatamente. La comunidad organizada es la única que podría actuar
rápidamente, por lo tanto, las lentas alcaldías responsables de subsanar
este asunto, deben apoyarlos con recursos.
3) Lograr que se establezca un registro, en cada
ferretería, de quienes adquieren potes pintura spray.
4) En México y USA se castigan, con multas y
cárcel, a los padres de menores graffiteros. En casi todos los paises esta
actividad es penalizada en diversos grados, en el que se incluye el
resarcimiento de los daños ocasionados a los bienes.
5) Considerar al graffitero y a su producto como un
acto de vandalismo y actuar en consecuencia.
Se llama aerosol, pintada o grafiti —palabra plural
tomada del italiano graffiti, graffire, y ésta a su vez de la latina
scariphare, «incidir con el scariphus»: estilete o punzón con el que los
antiguos escribían sobre tablillas—1 2 a varias formas de inscripción o
pintura, generalmente realizadas sobre mobiliario urbano. La Real Academia
Española define "grafito" como una pintada particular, y su plural
correspondiente es "grafitos", aunque esta palabra se usa
específicamente para referirse a las inscripciones arqueológicas.3
Su origen son las inscripciones que han quedado en
paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de
carácter satírico o crítico.
Actualmente se pueden ver en todas partes, con
abundantes casos no deseados, tanto en condominios de viviendas,
como en cualquier parte de la ciudad, afectando avisos publicitarios, paredes
de casas, comercios, edificios de oficina, autopistas, en fin,
en cualquier rincón insólito, lo cual lo ha convertido en
un verdadero problema social. Es un acto propio de personas denominadas vàndalos
Históricamente eran los integrantes de un pueblo bárbaro
de origen germánico oriental que quedó en la historia como símbolo
del salvajismo y de la falta de civilidad. Por eso el término vándalo hoy se
utiliza para hacer mención a la persona que
comete acciones propias de la gente salvaje. Vandalismo, por lo tanto, es
un concepto que puede utilizarse para nombrar a la destrucción que parece
propia de los antiguos vándalos. Es una conducta destructiva que no
respeta las cosas ajenas y que suele expresarse a través de la violencia.
El vandalismo es la hostilidad hacia las propiedades ajenas. Suele
manifestarse en el espacio público con ataques a monumentos, bancos, paredes,
etc., ya sea con la intención de transmitir un mensaje o por el simple hecho de
destruir lo ajeno.
Una de las formas más frecuentes de vandalismo es
el graffiti cuando se concreta sin autorización. Las pintadas en las paredes de
una casa o en una estatua tienen víctimas (el dueño de la residencia, el
Estado) que sufren daños patrimoniales. Quienes se expresan a través del
graffiti, sin embargo, sostienen que la libertad de expresión trasciende la
propiedad privada o los objetos materiales.
El vandalismo también puede desarrollarse de forma
virtual a través de la alteración de las páginas de Internet. Una muestra del
vandalismo digital ocurre cuando se interviene un sitio para la publicación de
un mensaje contrario al verdadero espíritu de la página en cuestión (como la
inclusión de una proclama a favor del aborto en un sitio de la Iglesia
Católica, por ejemplo).
Características
del Graffitero:
1) Son jóvenes, un alto porcentaje, menor
de edad.
2) Fuera del sistema educativo, sin trabajo, con
necesidad imperiosa de reconocimiento, con resentimiento familiar y social y
con ínfulas artísticas que, el ser graffitero, le otorga un amplio margen para
su venganza sin causa.
3) Tienen un alto
índice de vanidad. Tanto que la mayoría de los grafitis se refieren a la firma
o identificación del graffitero. Normalmente no hay graffitis colectivos, todos
son personales. Su sello individual, reconocible y visible a cientos de
metros, por ello tiene que ser enorme. Todo para decir “Yo estuve allí”.
Sin embargo, algunos organismos gubernamentales
han tratando de encausar sus inquietudes, convirtiéndose en una especie de empresarios graffiteros de
la ciudad o del país, inclusive tratando de monopolizar esta forma de
expresión.
5) A esta vanidad artística se tiene que agregar
la vanidad de haber superado el riesgo. Es decir, más mérito, a los ojos de sus
pares graffiteros, tiene su firma el que pintó al borde de la azotea de
un edificio, como el de pared baja de una blanca Iglesia, a las que, últimamente,
se han visto casos de entes que pagan
por hacerlo, considerando erradamente, que esta es una buena manera de encausar
inquietudes artísticas. Igualmente
se pueden ver en un piso alto de los ventanales de un cuartel, Hospital, esculturas o estatuas públicas, etc.
Quien logra superar un riesgo, dejando constancia de ello, es premiado
con adrenalina y con el respeto y consideración de vanidad de sus colegas.
6) Ser graffitero es una acción de alto riesgo,
buscan descubrir dónde está su límite. Ven la posibilidad de encontrar
todo tipo de emociones fuertes, de disfrutar litros de adrenalina. Es como
un deporte de alto riesgo. Algunos son captados por organismos gubernamentales
tratando de encausar sus inquietudes, entes que se convierten en una especie de empresarios
graffiteros de la ciudad o del país, inclusive tratando de monopolizar
esta forma de expresión: de allí su atractivo, la sociedad y la altura, muchas veces, retando a la Ley de la Gravedad, es lo máximo.
Características del Graffiti
Anonimato: Por lo general el autor nunca deja su firma, pero si se trata
de grupos u organizaciones, estos dejan rastros que pueden ser identificables.
Marginalidad: Son sectores de minorías sociales y sus mensajes implican
una ruptura con el sistema establecido.
Espontaneidad: Las inscripciones surgen en un momento de manera imprevista
y como una forma de expresarse.
Escenicidad: Se realizan en lugares públicos a manera de que los lean la
mayor cantidad posible de personas y produzcan el efecto deseado.
Velocidad: El objetico de realizar un graffiti es no ser descubierto, por
seguridad y por anonimato.
Precariedad: Los medios utilizados son de fácil acceso para los
graffiteros.
Fugacidad: Su duración es poca puesto que corren el peligro de ser
borrados.
Lenguaje: Se interesan en que sea directo y que sea expresivo.
Por lo tanto, los graffiteros permiten la oportunidad de hacer lecturas
alternativas de las realidades nacionales, como ellos la ven.
Como combatirlos
1) Actuar PRONTO. Si un área urbana es
convertida en campo de combate, si no actúa rápido está perdido. Porque el
aliciente del graffitero, saciarse de vanidad frente a sus pares se le impide
sì al día siguiente se le borra su obra. NO se le da oportunidad de dejar
“constancia” in situ. Ese graffitero, con seguridad, se muda.
2) Actuar PRONTO. Usted y/o su comunidad tienen más
recursos económicos que el graffitero, cada pote de pintura spray está costando
mucho dinero. Borrar el graffiti, es perder la inversión. Puede intentarlo otra
vez, pero si en otra oportunidad vuelve a perder su graffiti, las pérdidas
materiales serían significativas y no volverá a intentarlo. Si deja que los
demás graffiteros se enteren de la existencia de un nuevo graffiti, los
incentivará a competir y no será igual que hacerlo lo más cercano a
inmediatamente. La comunidad organizada es la única que podría actuar
rápidamente, por lo tanto, las lentas alcaldías responsables de subsanar
este asunto, deben apoyarlos con recursos.
3) Lograr que se establezca un registro, en cada
ferretería, de quienes adquieren potes pintura spray.
4) En México y USA se castigan, con multas y
cárcel, a los padres de menores graffiteros. En casi todos los paises esta
actividad es penalizada en diversos grados, en el que se incluye el
resarcimiento de los daños ocasionados a los bienes.
5) Considerar al graffitero y a su producto como un
acto de vandalismo y actuar en consecuencia.